El contenido de calidad es una de las armas más poderosas en cualquier estrategia de posicionamiento digital. Las razones son vastas: aumenta la credibilidad de la empresa a través del contenido en sus canales digitales (sitio, redes, email). También es un factor primordial para aumentar el tiempo de permanencia que pasan los lectores al navegar en la página del negocio. Y por supuesto, al sumar todos estos beneficios, logramos uno de los objetivos de cualquier experto en marketing: mejorar el ranking de los espacios que se encuentren bajo su responsabilidad. ¿Pero cómo lograrlo, subir los peldaños y repuntar en las búsquedas?
Unifica elementos débiles para crear uno fuerte
Se recomienda revisar las entradas que no han generado el impacto deseado, es decir, aquellas que a pesar del trabajo de difusión y promoción, se encuentran entre las menos visitadas, compartidas o comentadas. La idea es tomar un cúmulo de entradas pobres, que cumplan con las características antes mencionadas y tratar de unificarlas para presentar una propuesta nueva, fortalecida. Para ello, es necesario que exista una coherencia entre los temas y que mejoren la experiencia al visitante. Por ejemplo, la nota sobre los países más ricos del mundo que nadie visitó, puede complementarse con el mapa interactivo que no impactó en las redes sociales. Quizás en conjunto conformen un contenido de calidad. Con ello, más visitas, comentarios, compartidos y por lo tanto, una mejora en el ranking.
Redirige diferentes URLs a una sola
Dicen que la unión hace la fuerza cuando se trata de mejorar el ranking. Detecta los links rotos de la página web y redirígelos a un contenido relacionado, que compense adecuadamente lo que ya no está en ese espacio. Existen herramientas que permiten hacer la verificación rápidamente, tal es el caso de Validator. Con esta técnica no perderás visitas a tu sitio, además evitarás malas experiencias a los visitantes. También puedes eliminar las páginas con contenido web de baja calidad y redireccionar a las más prometedoras. De esta manera, es posible generar un aumento en la confianza y la autoridad en el dominio.
El líder al frente
Este consejo es especialmente dirigido a los sitios con publicaciones periódicas como un blog o una columna, ya que relativamente tienen menos contenido, lo que facilita el control del mismo. Así, es posible identificar la entrada que está por encima de las demás, aquella que sumó visitas como nunca y generó un gran impactó en el público. Se trata de un post líder, que merece mantenerse a la vista, pero ¿cómo hacerlo sin ser repetitivos y aburridos? Muchas veces, es la misma naturaleza del tema la que permite excelentes resultados. Lo ideal es actualizarlo cuando exista oportunidad, con excelente información de buenas fuentes. Con esto aseguraremos un ranking que antes ya obtuvimos, pero mejorado o actualizado en el tiempo. Ojo: evita eliminar la información antes escrita, se trata de sumar, no de restar, además debemos defender lo que antes publicamos. Para no ser repetitivos, difunde la entrada en redes sociales con un enfoque e imagen diferente, resaltando la información nueva. Esto hará que valga la pena dar click otra vez.
¿Qué hace falta?
Supervisar el comportamiento de los visitantes ayudará a comprender mejor lo que sucede en la página: ¿Cuándo rebotan las personas? ¿Están buscando algo más? ¿Están navegando de una manera u otra? ¿Las etiquetas funcionan y llevan a algún lugar interno? Al llenar esos vacíos detectados, será posible llenarlos con contenido web de calidad para evitar el rebote, mejorar la experiencia, encontrar lo que se busca y por ende, mejorar el ranking.
Buenos artículos, videos o posts en redes sociales, ayudan a mejorar el posicionamiento, pero también favorecen la reputación digital de la empresa, así como su credibilidad con clientes. Además, nos acerca más a las conversiones.
Algunas características que debemos considerar al crear contenido web de calidad es la originalidad, la coherencia y claridad, la estructura del texto, los recursos multimedia y la importancia de títulos y subtítulos. Tampoco olvidemos la integración adecuada de palabras claves, negritas, extensión y construcción de URLs cortas, pero amigables.
