De todas las ramas del marketing digital, una de las más importantes para toda empresa en Internet también resulta ser de las más cambiantes: el SEO.
Las estrategias de optimización para posicionar un sitio orgánicamente en los motores de búsquedas (SEO) siempre han exigido a especialistas en marketing un seguimiento especial para estar al tanto sobre: lo que va a funcionar mañana, lo que aún da buenos resultados y lo que ya afecta negativamente a un negocio.
¿Pero por qué algo que da buenos resultados hoy, mañana puede afectarme negativamente?
Estos “cambios de reglas” se deben a las actualizaciones que realizan Google y otros buscadores sobre sus algoritmos de búsqueda. El algoritmo de búsqueda es el encargado de acercar los resultados más relevantes al usuario que pretende encontrar algo y, para ofrecer justo lo que este busca, se basa en una serie de variables y reglas definidas con el fin de comprender qué es lo que necesita la persona.
Google ha perfeccionado su algoritmo para ofrecer resultados de búsqueda más precisos, y en consecuencia, muchas reglas han cambiado año a año. Sus modificaciones más grandes, llamadas: Penguin, Panda y Hummingbird son las principales responsables de que muchas prácticas de SEO de ayer, hoy no sean recomendables.
Las tendencias apuntan a ofrecer a los usuarios contenido relevante, útil y atractivo que genere experiencias únicas en las personas y las anime a depositar su confianza con la marca. Pero ¿conoces de verdad el SEO actual? Veamos algunas diferencias entre las técnicas de posicionamiento web de ayer y las de hoy.
ANTES: Para abordar el posicionamiento de una web en los motores de búsquedas el enfoque del SEO antiguo se dirigía principalmente al uso de palabras clave para escalar en los rankings de las páginas de búsquedas.
AHORA: Se enfoca en cómo los usuarios en Internet se acercan, conectan e interactúan con una marca, producto o servicio, tomando en cuenta las reacciones de la audiencia, la implementación de múltiples factores potenciadores de SEO y el retorno de inversión.
Entre las actividades relacionadas con el SEO de una empresa, la investigación de palabras clave –aunque mantiene su relevancia- ha quedado en segundo plano por detrás de actividades como:
- Medición de analíticas
- Creación de contenido
- Marketing en medios sociales
ANTES: Se apostaba por palabras clave singulares que describieran a grandes rasgos la industria de la empresa, el contenido que esta generaba o la categoría de sus productos o servicios. A mayor coincidencia entre palabras clave de tu contenido y palabras usadas por usuarios al buscar, mayor relevancia tenía tu resultado en Google.
AHORA: Las buenas prácticas de SEO se centran en el valor semántico detrás de las palabras clave. Es decir, cuál es la intención del usuario detrás de la palabra que utiliza para buscar y cuáles son las necesidades que lo llevaron a buscar tu empresa.
Además, hoy la mejor apuesta especialmente para pequeñas y medianas empresas en cuanto a palabras clave se encuentra en posicionar las páginas para palabras clave de “long tail”. Estas son frases clave más largas pero específicas o de mayor detalle que apuntan a atraer a un público, no tan general, pero más relevante. Posicionar una pescadería por “pescado fresco” puede ser caro y demasiado general, por lo que una pequeña pescadería tendría mayor éxito posicionando por múltiples frases clave de long tail como “salmón canadiense fresco” y “comprar filete de robalo”, al atraer personas que buscan justo por sus productos y que probablemente visitarán sus páginas.
ANTES: Se practicaba la creación de contenido dirigido a motores de búsquedas. La calidad y relevancia del contenido ante los ojos del usuario era prescindible siempre y cuando el contenido pareciera relevante para Google y otros buscadores.
AHORA: La única forma de implementar un buen SEO es a través de la creación de contenido que aporte valor verdadero a la audiencia objetivo de la empresa, considerando sus necesidades, intereses y gustos. Haz a tus usuarios felices y Google estará feliz.
Entre las técnicas más efectivas de marketing de contenido para potenciar el SEO se encuentran: la creación de un blog empresarial activo y la integración de medios sociales con estrategias de contenido. Ambas prácticas benefician el posicionamiento orgánico de las páginas de una empresa siempre y cuando los usuarios sientan y reflejen que tu contenido brinda experiencias significativas.
ANTES: Eran comúnmente recomendadas técnicas como granjas de links y la difusión de enlaces ingresándolos en cada rincón del Internet que se pudiera. También la compra de enlaces y menciones era una práctica común llevada a cabo por empresas para ganar relevancia en los resultados de búsquedas. A fin de cuentas, a mayor cantidad de enlaces a mi sitio web, más relevante es. ¿O no?
Evidentemente la situación no duró mucho. Esto llevó a que muchos negocios consiguieran enlaces para respaldar su contenido irrelevante para los usuarios, lo que derivó en miles de resultados que a los usuarios no les servían. Los motores de búsquedas como Google actualizaron sus algoritmos para evitar estas prácticas que hoy en día son penalizadas, adoptando una mentalidad de “calidad sobre cantidad”.
AHORA: Mil enlaces insignificantes no valen lo que vale 1 de una autoridad online competente de buena reputación. Enlaces de calidad por parte de entidades respetadas en Internet son las que reflejarán el valor que tiene tu contenido. Por lo que en el SEO actual, la práctica contemporánea de preferencia para obtener enlaces es la construcción de relaciones tanto negocio a negocio como con usuarios en medios sociales.
A través de la forja de relaciones valiosas y lazos comunitarios no necesitarás comprar links, ya que te los ganarás al ser tu empresa reconocida como fuente de valor para la categoría en que se desempeña.
