¿Por qué con tantas empresas exitosas por ahí aún no existe una receta del éxito para negocios? La verdad es que existen múltiples recetas, algunas son aplicables a tu negocio y otras pueden alejarlo de tus objetivos.
La razón es que el marketing en esencia está estrechamente relacionado con la psicología del comportamiento de las personas y con la evaluación de analíticas que demuestren a prueba y error el mejor modo de proseguir para cada situación.
¿Qué es lo que quieres lograr? ¿Quién es tu audiencia objetivo? Estos cuestionamientos sobre tu marketing digital para abordar el internet como medio para hacer negocios comenzarán a trazar tu camino hacia el éxito o al fracaso. Si lo haces bien, puede que no sea un camino tan largo, y por esa razón, veremos en este artículo 5 consideraciones fundamentales que pondrán a tu empresa en la dirección correcta.
Afrontar esto suele ser una barrera para muchas compañías que comienzan a utilizar medios digitales para sus negocios. Hacen acto de presencia online y de repente, suenan demasiado serios, formales, lejanos a su audiencia.
Si quieres que tu empresa se destaque, debes construir relaciones auténticas con tu audiencia, acercarte cálidamente para estrechar lazo. Este proceso comienza con tu esfuerzo por considerar a cada cliente como una persona con gustos, necesidades y preferencias, en lugar de tratarlo como un número más en tu reporte o en tu base de datos de correos. No juegues el papel del robot insensible que solo quiere completar un proceso y vender algo sin importarle la persona detrás de la venta.
Así solo te alejarás de tu audiencia dejando personas incómodas con tu marca por el camino.
Cuando comiences a ver personas de verdad es cuando comenzarás a tratarlas con calidez, humor y hasta haciendo bromas cuando el contexto lo permita. El punto es que establecer una conexión con tu cliente a nivel personal y emocional debe ser un propósito de tu marketing digital.
¿Y la razón? Sencilla. A un cliente listo para comprar, ni siquiera le interesa el precio, le interesa el valor de lo que tienes para ofrecer. Para que tus prospectos decidan comprarte o adquirir tu servicio, deben convencerse de tu valor, algo sencillo de hacer si has establecido una conexión personal con los mismos.
Saber qué piensan tus potenciales clientes es un factor valioso que puede cambiar muchas cosas en las estrategias de una empresa. Por lo tanto, cuando te comuniques con ellos, así sea a través de correos electrónicos, medios sociales, etc. finaliza tus mensajes y publicaciones con temas abiertos a opiniones o preguntas dirigidas a tu audiencia. A través de sus participaciones es como podrás saber qué es lo que piensan, o desean, o necesitan.
Y si decides enviar correos a tus prospectos, hazles saber que sus respuestas serán leídas por ti por ser muy importantes para tu empresa. Esta pequeña diferencia puede hacerte percibir mejor a las personas a través de emails, con información mucho más relevante que la que puedes obtener de encuestas de retroalimentación y técnicas similares. A este tipo de retroalimentación es a la que debes prestarle atención.
En la mayoría de los casos cuentas con 3 segundos para llamar la atención del potencial cliente que aterriza en tu sitio web. Abre los ojos y mira a tu página de inicio por 3 segundos, ciérralos y determina qué mensaje estas expresando.
¿Este mensaje responde las potenciales dudas que tiene mi cliente objetivo? ¿Se entiende el mensaje? ¿O tal vez me estoy centrando en declaraciones menos relevantes? Cuando solo cuentas con tan poco tiempo, querrás utilizarlo adecuadamente centrándote en lo que verdaderamente le importa a la persona que entra con una necesidad a tu sitio. De lo contrario, puedes perder muchas oportunidades.
Por ejemplo, si estas ofreciendo una guía PDF en una página de aterrizaje y lo primero que lee el usuario es que puede leerla en dispostivos con Android, iOS o tablets ¿esto es realmente importante en una primera instancia? El prospecto probablemente sienta curiosidad por el valor real de la guía para determinar si vale la pena hacerle caso, por lo que probablemente no le interese en ese momento la compatibilidad extensa del archivo. No desperdicies tiempo de su atención en información que no sea estrictamente esencial para expresar el valor y responder la duda con la que el usuario llegó hasta ahí.
El tono en que le hablas a tu público puede determinar qué tanto estos se compenetrarán contigo y con lo que ofreces.
Conoce a tu audiencia y de qué modo suele comunicarse para adaptar tu forma de relacionarte y hacerla sentir cómoda y a gusto con tu abordaje al tratar con ellos. De esta manera ganarás la confianza de las personas que sentirán que pueden hablarte e interactuar contigo de forma natural.
Como mencionaba al principio del artículo, existen muchas recetas para hacer marketing en internet: “reglas a seguir”, “leyes necesarias” o “consejos infalibles”. Reglas que dicen que el texto en un correo electrónico siempre debe ser corto y conciso. O que solo debe haber un llamado-a-la-acción en una página de aterrizaje.
Estas reglas no están mal, pero tampoco significa que vayan a dar resultado en todos los casos. Hay ocasiones, por ejemplo, en que el producto amerita un texto más extenso.
Por lo tanto, el “consejo infalible” es que no confíes ciegamente en la efectividad de cierto conocimiento genérico de marketing, no porque no sea cierto, sino porque puede dar resultados o no, ya que toda regla, estrategia o técnica de marketing se debe adaptar al caso de cada empresa y los factores en juego siempre son variados e impredecibles desde un punto de vista universal.
Céntrate siempre en cuestionar las técnicas que emplees con el fin de determinar qué realmente funciona bien para tu negocio y tu marketing.
