Contar con un blog empresarial activo se ha vuelto casi indispensable para cualquier negocio con un sitio web que desee hacer llegar contenido relevante a su audiencia objetivo, es por lo tanto una estrategia recomendada en prácticamente todos los casos. Sin embargo, para que un blog brinde resultados positivos a tu marca debes “estar blogueando” por las razones correctas.
En otras palabras, no por estar blogueando significa que te irá bien. Si lo haces por los motivos incorrectos, lo más probable es que no consigas los buenos resultados que esperas para tu empresa.
Llevar a cabo un blog se trata sobre conectar con tu audiencia. Pero existen varios motivos que se alejan de este propósito fundamental. Si en tu caso te encuentras blogueando por los motivos incorrectos quizás un blog no sea lo mejor para el caso de tu marca o quizás sólo debas corregir el rumbo de tus estrategias de contenido. De cualquier manera, veamos a continuación los motivos por los que no deberías estar blogueando.
Esta es la primera bandera roja en el mundo del blogging y de las más comunes. Pensar “cuánto dinero puedo exprimir de esta técnica” es el enfoque menos adecuado para escribir contenido en tu blog.
Aunque es cierto que grandes blogs han implementado técnicas para percibir ingresos, estos han dedicado sus mayores esfuerzos para ofrecer de forma continua experiencias únicas y personalizadas a sus lectores de antemano.
La mayoría de blogs exitosos, en lugar de enfocarse en la monetización del blog, se dedican a generar contenido de calidad para obtener visibilidad, alcance, autoridad e influencia a través de sus conocimientos y contenidos de valor.
Para escribir y administrar adecuadamente un blog se requieren habilidades de enfoque y control de tiempo que te permitan dedicarle los esfuerzos necesarios de forma constante.
Al crear una publicación para tu blog, no solo debes preparar su óptima visualización en tus páginas, pues esta actividad conlleva tareas como responder a comentarios, mandar correos y publicar enlaces en redes sociales junto con imágenes atractivas y relevantes al tema del contenido. Estos aspectos hacen que la publicación de material en blogs necesite tiempo considerable.
Si decides sin embargo, publicar contenido sin la dedicación necesaria, tu blog podría expresar poca seriedad por parte de tu marca, lo que sería peor que no contar con un blog en primer lugar.
Por tal razón, si en tu caso quieres contar con un blog activo y eficiente para tu empresa, encuentra espacios libres en tu agenda para dedicarle el tiempo que necesita de forma constante. Genera un calendario de contenido que defina cuándo debes prestar atención a nuevas publicaciones, a nuevos comentarios o al mantenimiento y difusión de publicaciones pasadas.
Así como todo ser humano está compuesto de elementos químicos principales como hidrógeno, oxígeno y carbono entre otros, un blog exitoso está compuesto de ciertos temas principales, los cuales trata para brindar información relevante a personas interesadas por dichos tópicos.
Si tu blog carece de una categoría o temas a tratar, asimismo si no tienes nada relevante que aportar a los temas de tu blog entonces el mismo no tiene razón para existir.
La buena noticia es que sin importar la categoría a la que pertenezca tu negocio, prácticamente siempre existe la posibilidad de aportar contenido útil y experiencias de valor a tus potenciales clientes o lectores. Solo debes considerar las necesidades por las cuales tus clientes actuales se acercaron a tu negocio, los problemas que tienen tus prospectos y que tú podrías resolver o qué temas relacionados con tu empresa son de mayor interés para tu audiencia.
Escribe sobre estos elementos y dedica tiempo a generar ideas originales para trasmitir tu conocimiento, así este motivo no se interpondrá en el camino de tu marketing de contenido.
Si tienes un blog empresarial -es decir, no personal- es porque deseas atraer a cierto púbico. Aquel que estaría potencialmente interesado en convertirse en cliente de tu negocio o al menos que le interese visitar tu sitio web, seguirte en los medios sociales y esparcir el alcance digital de tu marca a otros usuarios de intereses similares.
Con todo esto por hacer, tu blog no puede darse el lujo de apuntar a ser interesante para “todo el mundo” o para nadie en particular. El no contar con una segmentación mínima o propósito para el blog es razón suficiente para detenerse a reconsiderar estrategias.
Por otro lado, si bloguear es parte de las estrategias principales de marketing digital de tu negocio, entonces todo el contenido que publiques, diseño, presentación de la información e incluso tono con el que escribes debe estar estrechamente enlazado a los gustos, necesidades y características del tipo de personas que desea atraer tu empresa. Y debes hacerlo en el orden correcto:
- Piensa quién es tu audiencia objetivo: ¿a quién intentas atraer?
- Conoce a tu audiencia objetivo: ¿Qué quieren? ¿Qué les gusta? ¿Sobre qué están hablando?
- Solo cuando sepas para quién escribir y conozcas qué quieren, entonces, escribe.
El último motivo de este artículo afecta principalmente a pequeños negocios locales. Aún con la evolución de los medios de comunicación y medios sociales, existen negocios que simplemente malgastan sus recursos al intentar llevar a cabo un blog.
Por ejemplo, si eres dueño de una compañía de taxis regional, quizás generar contenido para potenciales clientes no es una actividad que vaya a hacer la diferencia en los números de tu compañía. En este caso en particular, sería mejor dedicar atención a estar presente en listas y directorios locales o a optimizar el SEO Local y móvil de tu sitio web.
La conclusión en este punto es que una estrategia, por más efectiva que parezca ser, no es necesariamente la mejor opción para todos los casos. Quizás tu negocio obtenga mejores resultados de un mayor enfoque al sitio web y medios sociales, dejando un blog forzado de lado. O quizás tu empresa si pueda beneficiarse de un blog y solo debas corregir la manera en que abordas esta estrategia. De cualquier forma, considera estos motivos en el futuro para tener más que claro que estas tomando la mejor decisión.
