Un logotipo es una pieza indispensable en la construcción e identidad de cualquier marca, ya sea grande o pequeña. Es un elemento que tiene como primer objetivo identificar a tu marca y distinguirla de otras, pero a la vez, es el primer elemento comunicacional de tu empresa. Y como tal, debe comunicar lo que eres.
Ciertamente existen grandes logotipos reconocidos a nivel mundial, algunos tan famosos, que casi ni es necesario leer el nombre de la compañía para saber de qué se trata, sino que identificamos a qué marca corresponde tan solo por su forma, su composición, sus colores, su tipo de letra o todo en conjunto. Fíjate en los siguientes ejemplos.
Seguramente si ves estos logos de reojo mientras caminas por la calle, no será necesario que voltees a leerlos para identificarlos. ¡Esa es la meta de un gran logo! Pero no solo que se reconozca el logotipo como tal, sino que también dé cuenta de tu compañía y los distintos productos o servicios que ofrece.
Al leer Coca- Cola, sabes que se trata de una marca líder en ventas de bebidas gaseosas a nivel mundial; el ver el logotipo de Canon lo asociamos de inmediato a sus cámaras profesionales y accesorios para las mismas; lo mismo sucede con Samsung, que en los últimos años ha crecido bastante en el mercado de smartphones.
Los logotipos de estas marcas son fáciles de reconocer. No solo por su trayectoria como empresa, sino que también por el uso de tipografías originales y una consistencia en su logo a través del tiempo. Sin embargo esto no suele suceder con la mayoría de los logotipos. Piensa en cuántos ves al día; ya sea en la calle, en alguna tarjeta de presentación o en distintos sitios web. Ciertamente vemos muchos, pero pocos de ellos se quedan grabados en nuestras mentes. Entonces la pregunta que nos hacemos es, ¿cómo estas marcas lograron crear logos tan memorables? Precisamente de eso te hablaremos en este artículo: sobre cómo crear un buen logo.
Paso a paso para crear un buen logo
Lee cuidadosamente este paso a paso y sigue los tips que te entregaremos. Con ello bastará para que pongas manos a la obra y crees el primer logotipo de tu empresa.
1. Descubre la esencia de tu marca
Toda empresa tiene una razón de ser. Y toda marca tiene una identidad. Ambas cosas debemos tenerlas claras para así definir de forma correcta lo que buscamos transmitir en nuestro logotipo.
Como primer paso, te proponemos pensar en cuál es la misión de tu empresa, qué es lo que ofreces, qué te diferencia de otras empresas que ofrezcan lo mismo o un producto similar y cuál es la historia de tu negocio. ¡Porque todos tienen una!
Para responder a estas interrogantes, un buen consejo es que no solo pienses en lo que haces, sino en por qué lo haces. Pensar más allá del producto o servicio mismo. ¿A qué nos referimos con esto? Piensa en Apple, una marca más que conocida a nivel mundial. Podríamos decir que Apple ofrece computadoras y otros aparatos tecnológicos, pero no es solo eso, la marca ofrece innovación, vanguardia y minimalismo, conceptos que su logotipo transmite en su simpleza, trazos perfectos y color negro. Otro tipo de manzana no transmitiría lo mismo.
De hecho, si miramos la historia de su logotipo, desde 1977 a la fecha que utilizan el mismo trazo y forma de la manzana, aunque con cambios en la profundidad y colores.
2. Piensa en conceptos asociados a tu marca
Estamos seguros que mientras realices el paso anterior y busques la esencia de tu marca, te encontrarás con muchos conceptos que quieres asociar a ella. ¡Es hora de escribirlos! La mejor idea para encontrar conceptos es anotar todos aquellos que te hagan sentido respecto a tu marca y luego filtrarlos, hasta llegar a unos tres o cuatro que se transformarán en lineamientos para tu logotipo.
Cercanía, confianza, vanguardia, innovación, moda o incluso seriedad, son algunos ejemplos de conceptos que podrían verse reflejados en un logo. Si te hacen faltan más ideas, no dudes en usar diccionarios de sinónimos para encontrar nuevas palabras, es una técnica que muchos creativos suelen utilizar.
¿Para qué te servirá esto? Como mencionamos antes, para tener lineamientos. Por ejemplo, si quisieras que tu logotipo transmita “seriedad y confianza” probablemente trazos rectos, una tipografía tradicional y un color azul sean una opción perfecta. Pero si buscas “jovialidad y alegría”, una opción sería usar un color como el verde o naranjo, trazos más libres e incluso una tipografía de fantasía (como la de Disney).
Fíjate en estos logotipos, si bien ambas empresas se dedican a la venta y despacho internacional de productos, utilizan distintos colores, tipos de letras e íconos. Amazon elige un serio color negro, mientras transmite simpatía con el uso de minúsculas y la flecha amarilla que a la vez forma una sonrisa. Por otra parte, AliExpress utiliza mayúsculas en su logo, lo que aporta seriedad, mientras que las minúsculas, colores llamativos y el reemplazo que hacen del punto de la “i” por una especie de destello, la hacen muy amigable. ¡Un claro ejemplo de dos caminos para marcas de un mismo rubro!
3. Define si prefieres un logotipo, isotipo, imagotipo o un isologotipo
Si bien hasta el momento hemos hablado en todo momento de “logotipo”, la verdad es que existen distintos tipos y cada uno tiene su respectivo nombre. Te explicamos en qué consiste cada uno y sus ventajas.
Logotipo
Logotipo, como tal, es cuando graficamos o escribimos con un tipo de letra específico el nombre de una marca o siglas que lo representen. Considera elementos que podemos leer, así que los números también cuentan. Ejemplos claros son el de Adidas y 3M.
La ventaja aquí es que usas directamente el nombre de tu compañía o empresa, sin embargo encontrar una tipografía que te ayude a transmitir lo que buscas será lo difícil. En el caso de logotipos famosos de grandes marcas, por lo general, son tipografías creadas especialmente para ellas y que no pueden ser utilizadas por otras marcas o personas. Una forma de asegurar el uso exclusivo de ese tipo de letra.
Este tipo es ideal, ya que por un lado tienes un elemento legible y por el otro un ícono que con el tiempo podrás usar de forma independiente. De hecho, esa es la evolución natural que se ha dado con las marcas: Puedes reconocer a McDonald’s solo con su letra M amarilla, a Microsoft solo por cuatro cuadros de colores o a Adidas por sus tres rayas.
Isotipo
Son la representación de la marca que no puedes leer, aunque sí puedes entender a lo que se refiere o reconocer un elemento (ya sea del mundo real o no). Acá usamos como ejemplo el isotipo de Apple y Nike.
Estos elementos son muy fáciles de reconocer, pero si no eres una marca mundialmente conocida es poco recomendable usar solo un isotipo. Mejor comienza con una idea que incluya tu nombre y quizás con el tiempo puedas omitirlo para pasar a un solo elemento. Es lo que suelen hacer las grandes marcas.
Isologotipo
En este caso, al igual que con el imagotipo, observamos elementos lingüísticos como nombres o siglas y otros elementos ilustrados. La diferencia, es que aquí forman una composición en su conjunto y no suelen usarse por separado. Burger King e Intel son muy buenos ejemplos. ¿Ves cómo el logo mezcla ambos elementos de forma que no funcionan igual de bien separados?
Ahora que conoces las diferencias, es necesario que te decidas por uno. Por nuestra parte, te recomendamos que comiences con un imagotipo.
4. Busca referencias
Nunca es malo mirar lo que hacen otras marcas de tu rubro. Puede ayudar a darte ideas de qué hacer o qué evitar, e incluso a tener un panorama sobre el tipo de logos que se suelen utilizar en tu mercado. Lo importante es que no copies otra idea, pero sí que te fijes en el tipo de trazo, lo que evoca el logotipo que ha llamado tu atención, su tipo de letra, los colores… ¡Analiza todos los logotipos que te parezcan mejor y toma aquellas cosas que crees pueden aportar a tu marca! Eso sí, en lugar de imitar alguna referencia, piensa en cómo podrías crear algo distinto a lo que ya hacen otras marcas tomando las mejores prácticas de sus diseños.
Una excelente página para buscar referencias de logotipos es Behance.
5. ¡A bocetear! Agarra lápiz y papel.
Una vez que conoces la esencia de tu marca, los conceptos que quieres transmitir y el tipo de logotipo que quieres crear, es hora de tomar lápiz, papel y trazar tus primeras ideas.
Piensa en elementos que puedan ser relacionados al rubro de tu negocio, en formas visuales que te gustaría lograr o incluso en cómo podrías escribir de forma atractiva el nombre de la empresa. ¡En esta primera instancia todo sirve!
En muchas ocasiones ocurre el fenómeno del miedo a rayar al papel en blanco; ¡pues te animamos a hacerlo con toda confianza!, mientras más ideas tengas en un principio, mucho mejor. Eso sí, procura que sean ideas distintas, con distintos elementos, formas o tipos de letra y no el mismo diseño con distinta posición de elementos o cambios muy específicos.
Otro consejo, es que no siempre pienses en usar un diseño muy literal que incluya el producto que vendes. Por ejemplo, el logo de Nike no incluye unas zapatillas. Hacer un listado de diferentes objetos o formas asociadas a tu marca antes de dibujar te ayudará a diversificar tus ideas.
6. Define un tipo de letra
Determinar la tipografía que utilizaremos en nuestro logotipo no será una tarea sencilla, pero es de gran importancia. Existen un sinfín de tipos de letras a descubrir, pero dependerá de nosotros escoger la correcta. No todas las tipografías transmiten las mismas sensaciones, algunas representan modernidad, tradición, lujo, entretenimiento, entre otros conceptos. Al buscar, en muchos sitios puedes encontrar por categorías para optimizar tu tiempo; te recomendamos Dafont, uno de los más populares.
Algunas de las tipografías más utilizadas son las Serif (que incluyen detalles extras al final de las letras), Sans Serif ( no incluyen estos detalles, por lo tanto son tipografías rectas), Manuscrita y De fantasía, esta última se emplea para un fin específico que requiera la marca. Estos ejemplos te ayudarán a entender mejor.
Debemos tener claridad de cómo queremos ser percibidos por el usuario cuando vea nuestro logotipo y utilizar esos conocimientos en la forma final de nuestro logo, de forma que todo en su conjunto logre la percepción buscada. Si consideramos que nuestro negocio está recién posicionándose, el logotipo que utilizaremos para representarlo debe ser legible, sencillo y alineado a la identidad y personalidad de la marca. Todo esto complementado con una correcta elección de colores (que también comunican bastante por sí solos, como te mostraremos más adelante).
7. Testea tus diseños con usuarios o clientes reales
Si ya tienes clientes, entonces ya sabes a quienes puedes preguntar qué les parecen tus opciones de logo. Te recomendamos mostrar tus mejores bocetos a tus actuales clientes. Si aún no tienes, preguntarle a un familiar o incluso hacer tests en la calle o a tu vecino te puede servir. Cualquier opinión externa podría ayudarte a ver algo que no tenías en consideración para mejorar tu diseño.
Para hacer un test de tus propuestas, te recomendamos hacer un pequeña encuesta; de tres a cinco preguntas como máximo. Te dejamos un listado de posibles preguntas:
8. Haz mejoras y selecciona un diseño final
Refina tus mejores diseños y selecciona el que crees que puede funcionar mejor. Ten en cuenta todo lo que hemos mencionado hasta aquí y también los comentarios que hayas recibido en el test. Si quieres y tienes el tiempo, puedes realizar un segundo test con las mismas preguntas y así comprar si tu diseño ha mejorado en la dirección correcta.
9. Crea tu logo original en un programa de diseño
Es hora de tomar tu programa de vectores favorito. Recordemos que el logo es la imagen que representará tu negocio en todas tus plataformas digitales, por lo tanto se debe hacer un trabajo de excelencia. Siempre es recomendable dejar en manos de diseñadores o personas con experiencia en logotipos, para asegurarnos de la calidad del mismo. Un diseñador probablemente utilice herramientas como Adobe Illustrator dado que da mucha libertad a la hora de diseñar, pero si no cuentas con los medios para pagarle a un diseñador o prefieres encargarte por ti mismo, hoy existen herramientas online, como GraphicSprings y Logocrisp que te ayudarán a conseguir el diseño que buscas, aunque con ciertas limitaciones en comparación al programa de Adobe.
10. Define los colores
Hasta el momento no habíamos mencionado los colores. No porque no sean importantes, sino porque centrarte en las formas primero es una forma de ordenar el trabajo y tu proceso creativo. Pero una vez que lo tengas, vamos a definir los colores.
Los colores juegan un rol muy importante en cuanto a lo que comunicará tu marca. Un color puede transmitir seriedad o alegría, juventud o experiencia. Todo dependerá del tono que elijas. A continuación te dejamos esta guía sobre qué transmite cada color y qué marcas lo utilizan. ¡Esperamos que te ayude! Ojo que también puedes sacar ideas de conceptos que quieras transmitir con tu marca.
11. Versiones adaptadas
Antes, luego de definir el color del logotipo, habríamos cantado victoria. Pero los nuevos tiempos digitales nos han obligado a considerar un nuevo aspecto: que el logotipo sea responsivo. Sí, lo mismo que con los sitios web; pero en este caso se refiere a distintas versiones de logos para usar según la plataforma o tamaño disponible. Ojo, que aunque son distintas versiones, todas mantienen su esencia.
Un buen ejemplo de logo responsivo es el de Nike, en la imagen vemos el logo adaptado a distintos dispositivos, en el cual utilizan todos sus recursos. Vemos que pasa desde un isologo, logo, hasta un isotipo.
Si te interesa ver más ejemplos de logos responsivos, te recomendamos visitar el sitio de Responsive Logos.
Como has visto en este artículo, no es para nada fácil crear el logo perfecto, pero si concretas un buen análisis de tu mercado, buscas referencias, conoces a la perfección la identidad de tu marca y sigues los pasos que hemos mencionado, no tengas dudas de que podrías conseguir un gran logo para tu negocio.
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