El título del e-mail marketing, o asunto del mensaje, puede hacer la diferencia en el momento en que un usuario abre su bandeja. Esto dependerá, casi en un 100%, de las palabras que escojas usar como asunto del correo electrónico.
Al asignar un título a un mensaje dirigido a una de nuestras listas de correos, debemos generar una expectativa de lo que el lector puede obtener leyendo el correo, que le den ganas de saber más y lo induzca a abrir el mensaje.
Igual de importante es que el contenido también deberá estar a la altura de la expectativa creada, pero el asunto del email es el primer filtro donde debemos enfocarnos para tener éxito.
Muchos se dejan llevar por la idea de que el asunto del correo electrónico determina si las personas lo abren o no, pero que es el contenido de éste lo que finalmente determina una conversión.
Esto, se ha demostrado, no siempre es así, ya que es el asunto del email el que influye directamente en el comportamiento del usuario. El cuerpo del mensaje es como un medio para llegar, a lo que, gracias al título, es una necesidad creada en el destinatario.
Trátalos como clientes y no como carnada:
Cuando usas el título del correo como una carnada para atraer a los lectores como peces, no sólo pierdes la atención de ese usuario, sino que dañas la marca o nombre de tu empresa.
A ellos, los potenciales clientes, les interesa o se sienten atraídos cuando un emailing cuenta con un título y un contenido potente, relevante, que les signifique un beneficio real. Si simplemente los tratas como peces a los que quieres vender algo a toda costa, los perderás fácilmente.
Para generar más expectativa con el asunto del mail, puedes intentar variaciones en el modo de promocionar tu oferta en el título, cambiando palabras y probando cuál obtiene mayores resultados de tasa de apertura, lectura y de clics en el enlace de correo.
Personalizando las expectativas:
Personalizar el correo es una buena forma de comenzar a mostrar interés por tus lectores. Ellos lo notarán y, es probable, que pongan mayor atención a tu correo. La verdad es que no hay nada peor que recibir un correo de una empresa que no tiene idea quién eres.
Un ejemplo común son los correos que diariamente recibe un sinnúmero de mujeres ofreciéndoles productos masculinos o viceversa. Esto puede evitarse segmentando las listas de correos y clasificando a los destinatarios por sus características: clientes, lectores, cotizantes; hombres o mujeres; edad; región, etc.
- El título del asunto dependerá del grupo de personas a quien se dirije el mensaje, poniendo especial atención a las palabras que se usen para determinada audiencia.
- La clave es probar determinadas palabras e ir ajustando el asunto, dependiendo de cómo reaccionen los lectores a tu correo. Así determinarás la mejor forma de expresarles lo que tienes para ellos, consiguiendo mayores beneficios.
En cuanto al cuerpo del correo, tan solo la forma de saludar al lector puede incidir en el impacto del mensaje a expresar, así que deberá cuidarse tanto lo visual como el texto que se incluye.
Cuando consigas determinar las palabras correctas para ofrecer algo a cada segmento de personas de tus listas de correos, verás crecer los números de tu campaña de e-mail marketing.
Ponte en el lugar del lector que recibirá tu correo ¿Qué palabras te causan más impacto e interés para abrir un correo?
